Nearshoring en México: Oportunidades rumbo a 2025-2030
México está viviendo un boom de inversiones impulsado por el nearshoring. Tan solo en 2023, la Inversión Extranjera Directa (IED) aumentó alrededor de 27% respecto al año anterior, alcanzando un nivel récord histórico. Detrás de estas cifras se encuentra la relocalización de empresas extranjeras que buscan producir más cerca del mercado norteamericano. A continuación, exploramos de forma clara y concisa qué es el nearshoring, por qué está creciendo en México, los sectores y estados más beneficiados, los obstáculos actuales y un útil checklist para que las empresas mexicanas evalúen si están listas para aprovechar esta tendencia.
¿Qué es el nearshoring y por qué está creciendo en México?
El nearshoring es la estrategia por la cual una empresa traslada parte de su producción o cadenas de suministro a un país cercano y con zona horaria similar a su mercado objetivo. En lugar de fabricar en regiones lejanas (offshoring), las compañías están “acercando” sus operaciones para optimizar costos logísticos, mejorar la comunicación y reducir riesgos.
Este fenómeno no es completamente nuevo, pero se ha acelerado en los últimos años debido a varios factores. La pandemia evidenció la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales cuando muchos proveedores en Asia tuvieron que detener operaciones. Asimismo, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, junto con la guerra en Ucrania, han llevado a empresas globales a buscar ubicaciones más estables y cercanas a Norteamérica. En palabras de expertos, el interés por el nearshoring creció como respuesta a la necesidad de cadenas de suministro más resilientes, reducción de costos y anticipación de disrupciones geopolíticas.
México ofrece ventajas únicas en este contexto. Su proximidad geográfica a Estados Unidos (con una frontera de 3,000 km) permite disminuir tiempos y costos de transporte. Cuenta además con el T-MEC (USMCA), un acuerdo comercial que facilita el intercambio libre de aranceles con EE.UU. y Canadá. El país ofrece mano de obra competitiva y calificada, así como cadenas industriales ya establecidas – por ejemplo, una sólida base manufacturera en sectores automotriz, electrónica y aeroespacial. También destaca la rápida adaptación de proveedores locales, lo que ayuda a que las cadenas de suministro en México sean ágiles y (relativamente) seguras.
No es de extrañar, entonces, que México esté ganando terreno como destino para relocalizar fábricas. Sin embargo, aún queda mucho potencial por delante: a nivel global solo 2% de las empresas han implementado completamente sus estrategias de nearshoring u onshoring en Norteamérica, pese a que 80% de los directores de operaciones planean incrementarlas en los próximos próximos tres años. En otras palabras, la ola de reubicación apenas comienza y México se perfila como un destino clave para capitalizarla. Consciente de esta oportunidad, el gobierno mexicano también ha empezado a tomar medidas proactivas – por ejemplo, en enero de 2025 se emitió un decreto federal con incentivos fiscales para las empresas que trasladen operaciones productivas al país. Todo apunta a que el nearshoring seguirá creciendo en el próximo lustro, reforzando el papel de México en las cadenas de valor regionales.
Sectores e industrias mexicanas más beneficiados
La relocalización de operaciones productivas tiene un impacto principalmente en la industria manufacturera. De hecho, las industrias más propensas a aprovechar el nearshoring son las manufactureras de medio y alto valor agregado – en particular electrónicos, autopartes y automóviles, por su alto costo logístico cuando se producen lejos del mercado de consumo. Junto a la manufactura, también se están beneficiando sectores de servicios ligados a la producción, como la logística y el almacenamiento. Datos recientes muestran cómo se repartió la llegada de nuevas empresas a México durante 2023 gracias al nearshoring:
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Manufactura diversa: Representó el 37% de las nuevas empresas establecidas en 2023. Incluye fabricantes de electrónicos, maquinaria, dispositivos médicos, etc.
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Industria automotriz: Con el 27% de las nuevas compañías, el sector automotor (armadoras, autopartes) es uno de los principales beneficiarios del nearshoring. Grandes ensambladoras han anunciado inversiones para producir vehículos y componentes cerca del mercado estadounidense.
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Servicios logísticos: Alrededor del 36% de las firmas nuevas se dedican a logística, almacenaje, distribución y transporte. Esto refleja la necesidad de centros de distribución, proveedores de última milla y almacenes cercanos para soportar a los nuevos manufactureros que llegan.
Estas cifras enfatizan que manufactura y logística van de la mano en el boom de nearshoring. Por ejemplo, muchas empresas de autopartes y electrónicos que llegan requieren proveedores locales de insumos, embalaje, transporte y servicios, dinamizando toda la cadena. Otros sectores industriales también empiezan a ganar con esta tendencia: el clúster aeroespacial en Baja California y Querétaro ha visto un repunte de inversiones, al igual que fabricantes de electrodomésticos y dispositivos médicos en la frontera. En esencia, cualquier industria orientada a exportación y con alto contenido de ingeniería tiene terreno fértil para crecer bajo el esquema de producción cercana.
Principales estados que atraen inversión vía nearshoring
La distribución geográfica de la inversión por nearshoring es desigual: se concentra fuertemente en los estados con mayor desarrollo industrial y mejor conectividad logística. En particular, la región norte del país se destaca como el imán principal, seguida por algunos estados del Bajío. Dentro de estas regiones, hay entidades que sobresalen por atraer la mayor parte de proyectos:
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Nuevo León: Es el epicentro del nearshoring en México. Solo este estado concentra poco más del 76% de los proyectos de relocalización que llegan al país, principalmente en su área metropolitana de Monterrey. Nuevo León ha alcanzado cifras récord de IED (más de 2,300 millones de dólares en el primer semestre de 2024) gracias a nuevas plantas manufactureras y centros logísticos. Sectores como automotriz, electrodomésticos, electrónica y construcción lideran la demanda de naves industriales en la región. La llegada anunciada de mega-proyectos (por ejemplo, plantas de vehículos eléctricos) ha puesto a Nuevo León en la mira global.
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Coahuila: Este estado fronterizo se ha posicionado como hub automotriz y manufacturero cercano a Texas. Hasta mayo de 2023 Coahuila había recibido alrededor de $2,200 millones de dólares en IED, beneficiándose en gran medida del nearshoring. De hecho, Coahuila se convirtió recientemente en el segundo mayor estado exportador de México (solo detrás de Nuevo León), impulsado por las armadoras y proveedores instalados en ciudades como Saltillo y Torreón. Las empresas asiáticas del sector automotor han encontrado en Coahuila una base estratégica para producir componentes más cerca de EE.UU.
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Chihuahua: Con su extensa frontera y tradición maquiladora, Chihuahua es otro gran receptor. En 2022 el estado captó cerca de $2,000 millones en nuevas inversiones, con más de 35 proyectos anunciados; de esos, 25. La ciudad de Ciudad Juárez (Chihuahua) ha tenido que expandir en 458,000 m² su espacio industrial en 2023 para atender la creciente demanda de naves fueron atribuibles directamente al nearshoring. Las industrias que más están creciendo aquí incluyen automotriz, aeroespacial, electrónicos, metal-mecánica y dispositivos médicos, muchas de las cuales reubicaron líneas de producción desde Asia.
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Baja California: En el extremo noroeste, Baja California destaca por su posición estratégica (frontera con California, EUA) y su vocación aeroespacial. El estado alberga el clúster aeroespacial más grande de México, con más de 100 empresas del sector que generan 30 mil empleos directos en torno a Tijuana y Mexicali. Este atractivo, sumado a la presencia de industrias electrónicas y de dispositivos médicos, ha hecho que Banorte coloque a Baja California entre los estados con mayor potencial nearshoring a futuro, solo por detrás de Nuevo León y Chihuahua. Fondos de inversión internacionales han puesto sus ojos en Baja California ante las oportunidades en manufactura avanzada y logística transfronteriza.
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Querétaro (región Bajío): Fuera de la franja fronteriza norte, Querétaro se perfila como el estado no fronterizo mejor posicionado para el nearshoring en 2024-2025. Esto se debe a su ubicación central (a un día por tierra de la frontera y puertos), su amplia red de parques industriales y un entorno de negocios estable. Querétaro lidera el auge aeroespacial en México y cuenta con fuerte presencia automotriz, lo que atrae inversiones diversificadas. De acuerdo con un índice bancario, Querétaro encabeza el potencial nearshoring en el Bajío gracias a su talento especializado e infraestructura logística competitiva. Otros estados del Bajío, como Guanajuato, San Luis Potosí y Aguascalientes, también están captando proyectos (sobre todo automotrices) al formar parte de este corredor industrial del centro del país.
En resumen, el norte de México lleva la delantera en la atracción de empresas extranjeras que buscan reubicarse, aprovechando la cercanía con EE.UU. y la disponibilidad de parques industriales. Estados fronterizos como Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Baja California suman la mayor parte de las inversiones. El Bajío y centro de México también emergen como destinos atractivos por su capital humano e innovación, aunque en menor proporción. Mientras tanto, la región sur aún enfrenta retos para integrarse en esta tendencia (el gobierno busca impulsar el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec para atraer industria al sur, pero dicho proyecto deberá superar desafíos de infraestructura y seguridad para tener éxito). Por ahora, el mapa del nearshoring apunta sobre todo al norte y centro de México.
Obstáculos y riesgos actuales para las empresas
A pesar del panorama optimista, existen obstáculos importantes que las empresas (y el país en general) deben abordar para que el nearshoring alcance su máximo potencial. Entre los principales desafíos y riesgos podemos destacar:
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Infraestructura y suministros básicos insuficientes: El rápido aumento de operaciones pone presión sobre la infraestructura existente. Hay zonas industriales donde la disponibilidad de agua y energía eléctrica es limitada para nuevos grandes consumidores. Monterrey, por ejemplo, sufrió escasez de agua recientemente, lo que alerta sobre el consumo industrial futuro. Además, hacen falta más parques industriales, carreteras y almacenes modernos para soportar la demanda. Algunas ciudades requieren mejorar el transporte público y vivienda para trabajadores que llegan con las nuevas plantas. Si no se invierte en ampliar y modernizar infraestructura (puertos, aduanas, telecomunicaciones, etc.), el crecimiento podría verse frenado.
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Falta de talento especializado y capacitación: La disponibilidad de mano de obra calificada es crucial. Muchos proyectos demandan ingenieros, técnicos y personal capacitado en manufactura avanzada, bilingüe y con habilidades digitales. Aunque México tiene un buen número de egresados, aún existen brechas. Expertos señalan la necesidad de intensificar la capacitación laboral para actividades de mayor valor agregado y retener talento local en las regiones industriales. La competencia por ingenieros entre empresas puede elevar salarios, lo que es bueno para trabajadores pero un reto para PYMEs que compiten por ese talento. Desarrollar programas educativos alineados a las necesidades industriales (universidades, técnicos) será clave para no tener un cuello de botella de recursos humanos.
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Brechas regionales y logística interna: Mientras estados como Nuevo León o Querétaro avanzan rápido, otras regiones (sobre todo el sur) carecen de condiciones para atraer inversión – falta infraestructura, seguridad o proveedores locales. Esta disparidad regional puede limitar el alcance nacional del nearshoring. Asimismo, las cadenas de suministro internas deben fortalecerse: por ejemplo, mover insumos desde el Bajío hasta la frontera requiere transporte eficiente y seguro. Hay que fortalecer las conexiones logísticas al interior del país para integrar mejor a proveedores de distintas regiones.
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Trámites burocráticos y certidumbre regulatoria: México aún presenta retos en su clima de negocios en cuanto a burocracia. Invertir o abrir una nueva planta puede implicar trámites largos a nivel federal, estatal y municipal (permisos de uso de suelo, ambientales, licencias) que dilatan proyectos. Las empresas buscan estados con procesos más ágiles, certidumbre legal y apoyo gubernamental proactivo. Cualquier cambio abrupto en políticas podría ser un riesgo: por ejemplo, los inversionistas quieren la seguridad de que se mantendrán las reglas del T-MEC en el largo plazo y que no habrá sorpresas regulatorias (como cambios súbitos en políticas energéticas, fiscales o arancelarias). Mantener un entorno de política estable y amigable a la inversión es esencial para no ahuyentar proyectos.
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Seguridad pública y Estado de derecho: Si bien muchas zonas industriales son relativamente seguras, persisten preocupaciones de seguridad en algunas regiones del país. Empresas de logística mencionan riesgos como el robo de mercancías en tránsito o la violencia organizada que puede afectar operaciones. Esto obliga a invertir en controles adicionales. De igual forma, asegurar el Estado de derecho – por ejemplo, certidumbre en la impartición de justicia y combate a la corrupción – es importante para generar confianza plena en nuevos inversionistas. La estabilidad social y la seguridad son factores que, de no atenderse, podrían limitar la expansión de ciertas operaciones en el territorio.
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Acceso a financiamiento para PYMEs locales: Un aspecto a veces olvidado es cómo las empresas mexicanas pueden sumarse a esta ola. Muchas PYMEs enfrentan dificultades para obtener crédito o capital que les permita crecer y ser proveedoras de las grandes corporaciones que están llegando. De hecho, el 78.4% de las empresas mexicanas con menos de 100 empleados no accedieron a nuevos créditos bancarios en el primer trimestre de 2024, en parte por las altas tasas de interés. Esta falta de financiamiento limita su capacidad para invertir en tecnología, certificaciones o expansión y así poder cumplir con los estándares que exigen las cadenas globales. Es un riesgo que el nearshoring se concentre solo en grandes compañías si las PYMEs locales no logran subirse al tren. Impulsar esquemas de financiamiento alternativo (como capital de riesgo, fondos gubernamentales o financiamiento colectivo) será importante para integrar a más empresas mexicanas en la cadena de valor del nearshoring.
En resumen, México debe fortalecer sus cimientos – infraestructura, talento, seguridad y entorno de negocios – para aprovechar plenamente la oportunidad. Las empresas, por su parte, deben prepararse y ser estratégicas para sortear estos retos. En la siguiente sección presentamos un checklist práctico que puede ayudar a las empresas mexicanas a evaluar su nivel de preparación para participar en el auge del nearshoring.
Checklist: ¿Está tu empresa lista para aprovechar el nearshoring?
A continuación, te presentamos una lista de verificación paso a paso. Úsala para identificar áreas de oportunidad dentro de tu empresa y prepararte mejor ante los requerimientos de las cadenas globales. (Puedes descargar este checklist en PDF para consultarlo cuando lo necesites).
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Certificaciones y calidad: ¿Cuenta tu empresa con las certificaciones de calidad y estándares internacionales requeridos por clientes globales (por ejemplo ISO 9001, IATF 16949 en automotriz, certificados sanitarios, etc.)? Revisa si cumples normativas de exportación y reglas de origen del T-MEC para tus productos.
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Capacidad productiva e infraestructura: ¿Tienes suficiente capacidad instalada para aumentar tu producción si adquieres nuevos contratos? Verifica si tus instalaciones, maquinaria y tecnología podrían escalar para atender un pedido grande. Si no, identifica qué inversiones serían necesarias (maquinaria adicional, ampliación de planta, automatización, etc.).
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Situación financiera y capital: ¿Dispone tu empresa de los recursos financieros para crecer? Evalúa tu flujo de efectivo, opciones de crédito o inversionistas. Aprovechar el nearshoring puede implicar invertir ahora (en equipo, capacitación, inventario) antes de cosechar frutos, así que asegúrate de tener acceso a financiamiento o ahorros suficientes. Si no, considera acercarte a fondos de financiamiento colectivo, banca de desarrollo u otros mecanismos diseñados para impulsar PYMEs.
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Ubicación y logística: Analiza la ubicación de tus operaciones. ¿Estás cerca de las rutas logísticas principales (fronteras, puertos, corredores industriales)? Si no, ¿tienes planes para distribuir eficientemente tus productos desde tu ubicación actual? A veces formar parte del nearshoring significa integrarse a cadenas que requieren entregas just-in-time; contempla alianzas logísticas o abrir centros de distribución cercanos a tus clientes clave.
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Talento humano y habilidades: ¿Tiene tu equipo las habilidades necesarias para trabajar con empresas internacionales? Esto incluye manejo del inglés u otros idiomas, conocimientos técnicos especializados y experiencia en estándares de calidad global. Identifica brechas en las competencias de tu personal y considera programas de capacitación. Un equipo robusto y bilingüe dará confianza a socios extranjeros y facilitará la comunicación.
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Tecnología y trazabilidad: ¿Está tu empresa apoyada en herramientas tecnológicas modernas? El nearshoring conlleva altos estándares de seguimiento y sincronización. Evalúa si cuentas con sistemas de gestión de la cadena de suministro, software ERP, analítica de datos o incluso automatización en planta. Invertir en analítica predictiva, monitoreo de riesgos y trazabilidad te permitirá responder rápidamente a cambios y dar visibilidad a tus clientes sobre los procesos. Si aún llevas muchos controles manuales, este es el momento de modernizarte.
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Proveedores y cadena de suministro local: ¿Tienes identificados proveedores locales o regionales confiables para tus insumos clave? Para integrarte a una cadena internacional, es valioso contar con una red de suministro resiliente. Mapea tus propios proveedores y verifica su capacidad de cumplir con mayores volúmenes y estándares. Desarrolla planes alternativos por si alguno falla. Asimismo, busca alianzas estratégicas en tu sector – por ejemplo, consorcios o clústeres industriales locales – que te ayuden a conectarte con las empresas extranjeras que están llegando.
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Flexibilidad y adaptación: ¿Qué tan ágil es tu empresa para adaptarse a nuevos requisitos? En entornos de nearshoring, quizá debas fabricar variantes de tu producto o ajustar procesos para distintos clientes. Pregúntate si tu cultura organizacional está abierta al cambio y a la mejora continua. Fomenta internamente la innovación y la resolución rápida de problemas, de modo que tu empresa pueda ajustarse a las demandas de cualquier socio global en poco tiempo.
Si al revisar este checklist detectas áreas débiles, ¡no te desanimes! Identificar las brechas es el primer paso para trabajar en ellas. El nearshoring representa una oportunidad histórica para las empresas mexicanas de subir peldaños en la cadena de valor, ya sea atrayendo inversión directa o incorporándose como proveedores de compañías internacionales. Con una preparación cuidadosa – mejorando procesos, certificándose, formando talento y robusteciendo la infraestructura interna – las empresas locales pueden sacar provecho de este gran movimiento inversor. México tiene la ventaja de estar en el lugar y momento indicados; ahora el reto es que nuestro ecosistema empresarial y productivo esté a la altura. ¡Manos a la obra!